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martes, 10 de diciembre de 2013

Según la OCDE, España sigue por debajo de la media en matemáticas, lengua y ciencias.

Según la OCDE, España se sitúa en el 25o lugar de otros 24 países en matemáticas, lengua y ciencia, hecho que demuestra que España se ha estancado. El informa para España, concluye que los resultados han permanecido casi inertes a lo largo del tiempo.

En matemáticas, con 484 puntos, ocupa, como hemos dicho anteriormente el lugar 25o  entre los 34 países de la OCDE, con una media de 494. Puede que el problema se encuentre en el rendimiento de los alumnos, esta es la principal causa que dan la mayoría de políticos encargados y educadores y también de un estancamiento muy grande que lo que hace es negar la posibilidad de progresar, hecho que se solucionaría con un nuevo modelo educativo, así lo explica la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio.
A parte de las cusas mencionadas anteriormente, también habla de un serio "absentismo injustificado" como uno de los elementos impactantes de estos resultados. También la tasa de repetición es bastante alta respecto a otros países de la OCDE, hecho que hace que tenga un gran coste para el Estado, asegura, de 2.500 millones de euros al año.
En España, las comunidades que están a la cola de la tabla son Murcia (462) y Extremadura (461), en estas regiones los alumnos no alcanzan ni el nivel dos de rendimiento en matemáticas.

Analizando los datos y respectivamente las declaraciones de los órganos de las instituciones políticas, como en este caso la secretaria de Estado de Educación, he llegado a la conclusión de que las razones que dan nuestros políticos, tanto Montserrat Gomendio, como el actual Ministro de Educación José Ignacio Wert, son unas simples excusas, dado que utilizan el Informe PISA para justificar su nueva ley y así defienden los recortes en el sector y la necesidad de reformar el sistema. Cierto es que los resultados son los que se han dado, pero también podemos apreciar que ni se ha producido un avance pero tampoco un atraso. Está claro que habría que plantear nuevas implicaciones educativas, pero no utilizarlo como una herramienta para defender una ley que habría que preguntarse si realmente se preocuparia por resolver o mejorar estos datos o por mejorar otros aspectos

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